La piel de un bebé es extremadamente sensible porque absorbe
fácilmente los ingredientes de perfumes, desodorantes y cremas. Todos estos
productos pasan rigurosos controles, pero en la medida de lo posible es mejor
intentar minimizar su uso.
La OCU ofrece una guía en la que analiza estos productos y expone sus
recomendaciones para que los padres no abusen de ellos:
Productos a evitar:
Cambiando pañales: lo ideal es lavar al
bebé con agua tibia y, si hiciese falta, con un jabón adecuado. Evitar los que
llevan ingredientes como sodium lauryl o laureth sulphate (frecuentes en geles
y champús): pueden ser demasiado agresivos. Existen limpiadores más suaves,
como los que tienen betaínas o glucósidos (betaine, disodium
lauroamphodiacetate o decylglucoside). El secado es esencial: para que no quede
humedad, seca con una toalla suave dando toques, no arrastrando o frotando. En
caso de enrojecimiento de la piel, puede aplicarse una crema con óxido de zinc
(zinc oxide): la mayoría de las crema de tipo barrera o pasta al agua lo
contienen. Mejor no usar las que llevan petrolatum y paraffinum liquidum, pues
estos ingredientes no dejan que la piel respire. Si ya has usado crema en la
zona del pañal unas horas antes, acuérdate de lavar la crema vieja antes de
poner más. Las toallitas húmedas solo son para cuando estás fuera de casa,
aunque resulten cómodas y aunque su publicidad proponga utilizarlas a todas
horas. Las sustancias de estas toallitas permanecen mucho tiempo en contacto
con la piel, aumentando el riesgo de reacciones alérgicas. Las mejores son las
que no tienen perfume y contienen emolientes (aloe, manzanilla). Hay que evitar
las que tengan como ingredientes limonene, linalol, citronellol o eugenol.
Estas sustancias son fragancias o perfumes innecesarios con bastante potencial
alérgico.
Bañando al bebé: para bañar bien al bebé
todo lo que hace falta es agua, pudiéndose añadir aceite de almendras: basta
con unas gotitas. Es inodoro y comestible. Elige un aceite puro sin perfumes
añadidos que solo tengan un ingrediente: prunus amygdalus dulcis oil.
Cremas solares: no se recomiendo usar
cremas solares ni exponer directamente a la luz solar hasta los 6 meses de vida
del bebé. Hay que escoger un factor de protección muy alto (50+), incluso di la
piel del niño no es clara. Lo ideal es elegir una crema a base de filtros
físicos como el óxido de zinc (zinc oxide).
Lo que hay que evitar:
Gel de ducha y champú: pueden deshidratar
la piel del bebé e irritarles los ojos.
Perfumes y agua de colonia: si llevan
alcohol pueden deshidratar o irritar la piel, y algunas de sus fragancias
pueden provocar alergias.
Cremas hidratantes: su piel podría absorber
sustancias que es mejor minimizar; conservantes, como algunos parabenes, sobre
los que aúna hay muchas incógnitas y por precaución es aconsejable evitar, o
aceites minerales (petrolatum, paraffinum liquidum). Si estás dando el pecho,
no uses la crema hidratante sobre tus senos (el bebé podría ingerirla).
Polvos de talco: aunque se han usado mucho,
lo cierto es que sus partículas son tan pequeñas que el bebé podría inhalarlas,
con riesgos para los pulmones.
Desinfectantes: alcohol, antisépticos como
triclosan y el cloruro de benzalconio (benzalkonium chloride) son también
sustancias que conviene evitar en el cuidado diario e higiene del bebé.
Tintes y esmaltes de uñas: durante el
embarazo y la lactancia es menor prescindir de ellos para evitar reacciones
adversas (estas sustancias son irritante y su ingestión o inhalación pueden ser
peligrosas).
El periódico abc.es 2013-10-17
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