¿Cómo
hacer que ir al supermercado sea un juego?
Muchos
padres temen ir al supermercado con sus hijos: salen corriendo, quieren que les
compres algo que no quieres comprarles y se cogen una pataleta o tocan todos
los productos como si fueran inspectores de calidad que intentan comprobar la
resistencia de los envases. Lo mejor es hacerles partícipes: pedirles que te
busquen un producto y te lo traigan (si no quieres perderlos demasiado de vista
lo mejor es que le pidas un producto del pasillo donde estas). Si tu problema
es que quieren que les compres toda clase de comida rica en azucares y con
calorías vacías. Lo mejor es que dejes para el final uno de sus productos
preferidos y que no se lo reveles hasta
que no haya finalizado la lista de la compra. Así sentirán cierta emoción por
saber que es lo que vas a comprar y recompensados por haber ayudado a papa y/o
mama ha hacer la compra.
Hay
padres que les dejan participar desde mucho antes de que lleguen al supermercado.
Les dejan revisar los armarios para ver que falta para apuntarlo en la lista o
acuerdan con ellos que van a comer y cenar los próximos días y a partir de ahí
redactan la lista.
Si
tu hijo/a es demasiado pequeño para hacer estas cosas lo mejor es que también
aproveches el momento de ir a comprar como un aprendizaje. Le dejes ver los
distintos productos, tocar las distintas texturas, comprobar las distintas
temperaturas (frescos, congelados); a mi hija le encanta el pan recién
horneado. También puedes enseñarles a poner los alimentos dentro de la cesta o
el carro. O ha que tienen que esperar a que estén las cosas pagadas para
empezar a comérselas. También puedes prevenirle sobre los peligros de los
productos tóxicos o de limpieza.
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