martes, 27 de agosto de 2013

El lenguaje se aprende en el útero.

Investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) sostienen que los sonidos escuchados en el útero pueden moldear el cerebro en desarrollo del feto antes de nacer e influir después en la adquisición del lenguaje y el habla. Este descubrimiento podría ayudar a los niños cuyos familiares directos tengan algún tipo de dificultad en el lenguaje o que padezcan dislexia, mediante intervenciones tempranas. Los bebés perciben los sonidos de su entorno a partir de la semana 27 de gestación. No sólo se habitúan a la voz de la madres, sino que empiezan a familiarizarse con el idioma hablado en su entorno (reaccionan de forma distinta al sonido de las vocales de otros idiomas), se familiarizan con las melodías que escuchan a menudo o con fragmentos de historia que oyen. Antes de nacer, tienen capacidad de aprendizaje y memorización, por eso el primer llanto tiene la entonación y el ritmo característicos (la prosodia) del idioma de sus padres. Esto se conocía, pero no si posteriormente tenía alguna influencia sobre la adquisición y percepción del lenguaje durante la infancia. El estudio se realizó con 33 mujeres finlandesas desde la semana 29 de embarazo hasta el parto. Diecisiete de ellas escucharon entre 5 y 7 veces por semana grabaciones de pseudopalabras de tres sílabas como "tatata"repetidas cientos de veces. El resto de embarazadas no escucharon ningún sonido. Los bebés que habían escuchado las cintas durante su gestación, no sólo reconocían las palabras incluidas en la grabación, sino que eran capaces de reaccionar también a variaciones que no habían escuchado antes, es decir, eran capaces de utilizar lo aprendido para procesar otras palabras parecidas.
El periódico ABC 2013-08-27

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