El
primer paso que podemos dar para que los niños se acerquen a los textos es:
leer para los niños y leer con los niños. Es una forma de iniciar al niño en su
formación como lector autónomo.
Es
una responsabilidad del entorno familiar y del colegio fomentar que el niño
descubra la lectura no sólo como una herramienta para obtener información, sino
como un modo para descubrir mundos diferentes, viajar, crecer, imagina y soñar.
Es decir, que descubra que no sólo es un antídoto contra la soledad sino que es
muy divertido.
El
trabajo de los padres en la actividad de promoción de la lectura ha de ser
significativa y duradera. Algunas actividades que pueden realizarse antes de la
lectura son:
-
Conocer la historia antes de leérsela al niño.
-
Motivar y crear expectativas sobre la historia
antes de iniciar la lectura.
-
Pedir al niño que realice predicciones mediante preguntas como, por ejemplo: ¿de que tratará el cuento? ¿cómo serán sus
personajes?
-
Mostrar y presentar el libro utilizando la
cubierta.
Durante
la lectura, hay que permitir que el niño observe las ilustraciones con
detenimiento (si es que tiene) y remarcar sus detalles para mejorar la
comprensión de lo que lee. También es
importante hacer la historia atractiva a través de la entonación, los cambios
de voz entre personajes, los sonidos que puedas añadir a la historia, etc.
Después
de la lectura, conviene contribuir a la expresión de sentimientos y el
desarrollo de la imaginación y de la creatividad. Algunas preguntas que les puedes hacer son:
¿te ha gustado la historia? ¿el personaje era como lo habías imaginado?
¿cambiarías el final de la historia?
También
puedes hacer otras actividades durante el día para fomentar el hábito lector
del niño.
-
Escribir notas y cartas sencillas y colocarlas
en lugares claves: como encima de su cojín o ponerlas en un lugar de notas de
casa o en el bolsillo de la chaqueta, etc.
-
Leer diferentes tipos de texto con el niño,
desde un cuento a un periódico.
-
En lugares públicos, como en el supermercado o la calle, ir
leyendo las etiquetas, los avisos, el nombre de los carteles y de los productos.
Por ejemplo, si llevas una lista de la compra al supermercado, puede ir leyendo
los productos y señalando lo que hay que comprar.
-
Leer y hablar sobre el menú del día o de la
semana.
-
Interpretar el significado de las señales y los
carteles identificativos, como la señal de silencia, el de asiento reservado,
el cartel de servicios de señores y caballeros, entre otros.
-
Propiciar la conformación de una biblioteca
personal con todo tipo de materiales, y permitir que el niño sea quien la
organice.
-
Acudir con regularidad a las bibliotecas
públicas, para que pueda ver más personas practicando el hábito de lectura y
puedan explorar los diferentes textos que les puede ofrecer una biblioteca de
mayor dimensiones.
-
También es importante llevarlos a eventos que
fomente la lectura como los contacuentos.
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