martes, 17 de septiembre de 2013

¿Cómo puedo fomentar un hábito de lectura a mis hijos?

Es fundamental que se promueva un hábito de lectura por parte del colegio y la familia. Ya que uno de las principales causas del fracaso escolar es la falta de comprensión lectora; y es una de las actividades más complejas y completas que podemos ofrecer a nuestros hijos. Además, la lectura es un hábito adquirido, ya que es una capacidad que se desarrolla con la práctica y que, poco a poco, se va instaurando en las costumbres cotidianas. El amor a la lectura comienza a cultivarse cuando todavía el niño es pequeño: leyéndoles cuentos, cuando los ayudamos a relacionar imágenes con las palabras y; sobretodo y que no se me olvide cuando ven que los padres tienen un hábito de lectura. Tenéis que saber que una de las formas de aprender más arraigada en los niños es la imitación de sus padres y hermanos. Por lo que sería interesante que busquéis un rato todos los días para sentaros todos juntos a leer.
El primer paso que podemos dar para que los niños se acerquen a los textos es: leer para los niños y leer con los niños. Es una forma de iniciar al niño en su formación como lector autónomo.
Es una responsabilidad del entorno familiar y del colegio fomentar que el niño descubra la lectura no sólo como una herramienta para obtener información, sino como un modo para descubrir mundos diferentes, viajar, crecer, imagina y soñar. Es decir, que descubra que no sólo es un antídoto contra la soledad sino que es muy divertido. 
El trabajo de los padres en la actividad de promoción de la lectura ha de ser significativa y duradera. Algunas actividades que pueden realizarse antes de la lectura son:
-       Conocer la historia antes de leérsela al niño.
-       Motivar y crear expectativas sobre la historia antes de iniciar la lectura.
-       Pedir al niño que realice predicciones mediante preguntas como, por ejemplo: ¿de que tratará el cuento? ¿cómo serán sus personajes?
-       Mostrar y presentar el libro utilizando la cubierta.
Durante la lectura, hay que permitir que el niño observe las ilustraciones con detenimiento (si es que tiene) y remarcar sus detalles para mejorar la comprensión de lo que lee.  También es importante hacer la historia atractiva a través de la entonación, los cambios de voz entre personajes, los sonidos que puedas añadir a la historia, etc.
Después de la lectura, conviene contribuir a la expresión de sentimientos y el desarrollo de la imaginación y de la creatividad.  Algunas preguntas que les puedes hacer son: ¿te ha gustado la historia? ¿el personaje era como lo habías imaginado? ¿cambiarías el final de la historia?

También puedes hacer otras actividades durante el día para fomentar el hábito lector del niño.
-       Escribir notas y cartas sencillas y colocarlas en lugares claves: como encima de su cojín o ponerlas en un lugar de notas de casa o en el bolsillo de la chaqueta, etc.
-       Leer diferentes tipos de texto con el niño, desde un cuento a un periódico.
-       En lugares públicos,  como en el supermercado o la calle, ir leyendo las etiquetas, los avisos, el nombre de los carteles y de los productos. Por ejemplo, si llevas una lista de la compra al supermercado, puede ir leyendo los productos y señalando lo que hay que comprar.
-       Leer y hablar sobre el menú del día o de la semana.
-       Interpretar el significado de las señales y los carteles identificativos, como la señal de silencia, el de asiento reservado, el cartel de servicios de señores y caballeros, entre otros.
-       Propiciar la conformación de una biblioteca personal con todo tipo de materiales, y permitir que el niño sea quien la organice. 
-       Acudir con regularidad a las bibliotecas públicas, para que pueda ver más personas practicando el hábito de lectura y puedan explorar los diferentes textos que les puede ofrecer una biblioteca de mayor dimensiones.

-       También es importante llevarlos a eventos que fomente la lectura como los contacuentos.

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