Científicos del Grupo de
Investigación del Cáncer Infantil de Reino Unido han comprobado que los niños
que viven cerca de centrales nucleares no tienen más riesgo de desarrollar
leucemia ni otros tipos de tumores como el linfoma no-Hodgkin que el resto de
la población infantil, según los resultados de su estudio que publica la
revista "British Journal of Cancer".
Esta
investigación da una respuesta a las preocupaciones de muchos ciudadanos que
temían por este riesgo después de que en la década de 1980 se alertara de una
aumento de cáncer en los niños que vivían cerca de la planta de Sellafield, al
noroeste de Inglaterra. Además, un estudio en Alemania publicado en 2007
también sugería un significativo incremento de riesgo de cáncer.
Sin
embargo, en el estudio se analizaron datos de unos 10.000 niños menores de 5
años y los cotejaron con los registros de nacimientos de casi todos los casos
de leucemia infantil registrados en Gran Bretaña desde 1962 hasta 2007 (25
años) y no encontraron ningún riesgo adicional de vivir cerca de este tipo de
instalaciones.
Para
ello, midieron la distancia a la que los niños vivieron de la planta nuclear
más cercana, desde su nacimiento hasta que se les diagnosticó la leucemia o el
linfoma no Hodgkin.
En
Reino Unido se registran cada año alrededor de 500 casos de leucemia en niños,
pero los expertos recuerdan que actualmente entre el 85 y 90 por ciento de los
casos se pueden curar.
De
igual modo, el director de información del Cancer Research UK, ha reconocido
que los resultados son "alentadores" ya que confirman que nacer o
vivir cerca de una central nuclear no conlleva un mayor número de casos de
leucemia o tumores similares en niños. No obstante, este experto insiste en que
se deben seguir supervisando los niveles de radiación de los lugares cercanos
"para descartar cualquier posible riesgo".
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