No han cumplido los tres años de edad y ya frotan el arco sobre las
cuerdas del violín. Con el recuerdo aún del sonido del sonajero, estos niños
-algunos sólo con 18 meses- reciben sus primeras clases con el denominado
"Método Colina".
Su impulsora, Helena Colina (violinista,
compositora y directora de la Joven Orquesta Contemporánea de la provincia de
Alicante), ofrece en Alicante clases de introducción no sólo a la música sino
también al violín, un instrumento que para estos alumnos tan "chicos"
es de menor tamaño que el utilizado por los profesionales.
Bajo la premisa de que el niño "se lo
pase bien con la música" a través de actividades lúdicas y educativas, el
método Colina, también denominado "Método del Violín Natural",
permite a estos pequeños alcanzar mejores niveles de autoestima y de memoria,
les ayuda en su psicomotricidad y les otorga "un oído absoluto".
En una entrevista concedida a Efe, Colina
ha explicado que comenzar a estudiar música a tan temprana edad es una forma
excelente de activar el cerebro del niño.
"Toda la información que metamos en
sus neuronas a esa edad será una información que quedará para siempre, ya que
aún no se han soldado definitivamente las neuronas", ha argumentado.
Pero, ¿por qué el violín para adentrar a
los niños en el camino de la música, y no la flauta o la guitarra, instrumentos
más a mano?.
El violín, al igual que cualquier otro
instrumento de cuerda frotada, como la viola, el cello o el contrabajo, es
"el instrumento que mayor activación neuronal y, por tanto, cerebral
tiene", responde la musicóloga.
Después del violín y siguiendo una escala
de mayor a menor activación neuronal, un hecho que, según sostiene, "está
científicamente probado", le seguirían el piano, los instrumentos de
viento y, por último, los instrumentos de percusión.
Además de tocar el instrumento, Colina
enseña a sus pequeños alumnos el lenguaje musical, la lectura de notas, los
ritmos y poco a poco la historia de la música a través de sus compositores.
¿Y qué opinan unos padres, a los que se les
cae la baba viendo a su niño o niña tocar el violín?. "Estamos encantados
y nuestros hijos también", ha afirmado María Huertas, cuyo pequeño coge el
violín con más destreza que si tuviera un balón.
"Siempre me interesó la música. Al
igual que es bueno aprender los idiomas desde bien pequeño, en la música pasa
lo mismo", ha dicho esta madre, cuyo niño "ha aprendido solfeo
mientras jugaba" en esta escuela de potenciales músicos.
En el caso del hijo de otro de los padres,
fue el niño quien "nos lo pedía desde bien pequeñito", ha manifestado
Benito Jiménez. "Nos dimos cuenta de que le atraía cualquier tipo de
música y de instrumento. Probamos con este método y el chaval está
encantado"-
El
periódico Larazón.es 2013-09-30
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