jueves, 19 de septiembre de 2013

"No copiaré, no copiaré, no copiaré, no copiaré".

Los expertos apuntan a un aumento de las prácticas deshonestas por parte del alumnado. En los últimos años, el 45% de los universitarios reconoce haber copiado en las pruebas escritas y más del 60% ha incurrido en alguna forma de plagio académico para hacer sus trabajos. Ahora, la Universidad Pública de Navarra intenta promover la ética académica exigiendo un compromiso firmado a sus alumnos; que dicta así: "Por la presente, me comprometo a no hacer uso de medios fraudulentos para la superación de mis estudios en la Universidad de Navarra". Esta declaración de honestidad tiene que ser firmada por el alumno y adjuntarla a su matrícula. Es una practica muy común en universidades norteamericanas y que ya se contemplan en otros campus españoles, como el de Cantabria. El hecho es que las chuletas de toda la vida se han sofisticado enormemente con la irrupción de las nuevas tecnologías, lo cual ha resultado en el fenómeno de copiar y pegar. Así, aquellos métodos clásicos de detección basados en los paseos vigilantes del profesor por el aula también han tenido que ir poniéndose al día. Por ejemplo, numerosas facultades de toda España han ido probando en los últimos años la instalación de inhibidores de frecuencia durante los exámenes para impedir la transmisión a través de Internet o del teléfono móvil de respuestas desde el exterior y otras universidades prohiben la entrada a los exámenes con cualquier dispositivo electrónico.
El periódico El País 2013-09-19

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