lunes, 30 de septiembre de 2013

Matar un niño, ¿maldad o locura?

Cada vez que un crimen en los que unos padres matan a su hijo golpea las primeras páginas de los periódicos es difícil no preguntarse ¿cómo es posible?, ¿qué puede llevar a alguien a hacer algo así?, ¿hay alguna enfermedad mental detrás del caso? No es fácil encontrar respuestas, pero los psiquiatras insisten en recordar que la maldad no es un concepto médico y no siempre existe una patología detrás de este tipo de crímenes.
Cuando se produce el homocidio de un hijo puede 'explicarse' dentro del llamado 'suicidio ampliado'. Algunas personas con una depresión muy profunda pueden llegar a asesinar a sus seres más queridos antes de quitarse la vida para huir del sufrimiento que experimentan debido a su enfermedad.
Se trata de "casos son muy infrecuentes". Que, "en contra del estigma que acarrea, la mayoría de pacientes con enfermedad mental no son personas violentas, pero cuando una cosa de éstas sucede es tan espectacular que llama la atención".
Otro tipo de enfermedades psicóticas (como la esquizofrenia), una paranoia o una doble personalidad, que alteren la percepción del afectado de la realidad, también podrían explicar qué lleva a una persona a matar a su propio hijo en un momento dado.
Porque como inciden los especialistas, existen personas con una personalidad psicópata, cuya falta de empatía les lleva a cosificar a las personas. "La psicopatía no es una patología mental, no está incluida en los manuales DSM de enfermedad psiquiátrica, es un rasgo de personalidad extrema que se caracteriza por una falta absoluta de empatía, son incapaces de ponerse en el lugar del otro”. Si a eso se le suma cualquier otro rasgo de personalidad (que sea impulsivo, por ejemplo) o un cierto entorno social, sus posibilidades de delinquir aumentan.
"Pero hoy por hoy no hay nada que haya demostrado que puede cambiar una personalidad psicópata, no hay tratamiento para ello". "Estas personas son al cien por cien imputables por sus actos, porque saben perfectamente lo que hacen, aunque su razón les diga que no deberían hacerlo". “Este tipo de personalidad está más expuesta a trasgredir las normas, pero eso no les libra de su responsabilidad, porque lo hacen intencionadamente”.
Los especialistas no consideran que el hecho de tratarse de padres adoptivos pudiera tener alguna influencia en el caso. De hecho, los vínculos con sus hijos suelen ser muy estrechos al tratarse de niños muy deseados.

El periódico El mundo.com 2013-09-30

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