jueves, 26 de septiembre de 2013

Los beneficios de adelantar también el horario de las comidas.

 Si adelantáramos una hora las comidas ganaríamos en salud, siempre que no abandonásemos nuestra dieta mediterránea. «Desde un punto de vista nutricional nos beneficiaríamos de ajustar los horarios de comida al reloj biológico, que viene determinado por los ciclos de luz y oscuridad naturales. En España hemos pasado de esto. Comemos y cenamos muy tarde y le rompemos el bioritmo al cuerpo. Volvemos locas a las hormonas del hambre y la saciedad».
Así, deberíamos comer cuando la insulina, responsable de quemar los azúcares, alcanza su pico máximo en el cuerpo, hacia la una de la tarde, y cenar pronto para irnos a la cama con la digestión hecha y la sangre «limpia». «Si cenamos tarde obligamos al hígado a funcionar en un momento que no debe. Durante la noche se eleva la hormona leptina, responsable de la sensación de saciedad, y baja la insulina, por lo que es importante cenar más ligero, evitando los carbohidratos y las grasas, y respetar el ayuno nocturno para que el cuerpo se reponga». Una cena tardía favorece el reflujo y las malas digestiones que interfieren en el sueño. «Si estás en plena digestión, la sangre se concentra en el intestino y el cerebro no consigue enfríarse para poder dormir».
Si comiéramos como tarde a las dos y cenásemos entre las ocho y media y las nueve de la noche «seríamos capaces de conjugar la biología con nuestro estilo de vida, y ganaríamos en salud».
Así sería un horario de comidas saludable: 
- Un desayuno a las 8 de la mañana (de al menos 300 Kcal), que incluya alimentos de los tres grupos. Por ejemplo: pan, leche y fruta.
– Una comida, entre las 13:30 y las 14:30 horas, aproximadamente, que incluya plato de cuchara (tres veces a la semana con legumbres, un día pasta, un día arroz y dos días de carne y pescado), ensalada y postre, de duración suficiente (al menos media hora), y, si puede ser, acompañada de una siesta corta. 
– Una cena temprana, entre las 20 y las 21 horas, y ligera. Por ejemplo: con sopas, tortilla francesa, ensalada, etc. Y siempre fruta de postre. 
El periódico abc.es 2013-09-26

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