Un estudio del servicio de Pediatría del Hospital General
Universitario de Valencia revela que el riesgo de desarrollar hipertensión es
más alto en los niños que en las niñas, y las causas pueden responder al
diferente patrón de crecimiento por sexos y al papel que juegan las hormonas.
El estudio también concluye que los hijos
de padres hipertensos tienen mayor riesgo de ser hipertensos que los hijos de
padres con valores de presión arterial considerados normales.
El estudio permite "determinar los
factores de los niños con mayor riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular y
poder así revertir la tendencia de esta patología".
Un total de 272 niños sanos de entre 6 y 18
años fueron incluidos en el estudio y a los que se hizo seguimiento de su
historia familiar sobre hipertensión arterial, edad, presencia de sobrepeso y
presión arterial, entre otros.
La importancia de esta investigación reside
en la demostración de la necesidad de un diagnóstico y un seguimiento temprano,
ya que la hipertensión enmascarada (valores normales de presión arterial en la
consulta y elevados durante la actividad normal) en la niñez es precursora de
otras patologías.
Los resultados demostraron que los varones
hipertensos enmascarados procedieron a desarrollar la hipertensión con mayor
frecuencia que las niñas, 50 % frente a al 17 % de hipertensas enmascaradas.
Es necesario actuar "no solo sobre los
niños que ya tienen hipertensión sino sobre aquellos en riesgo como son hijos
de padres hipertensos o que tienen sobrepeso u obesidad" y en este sentido
indica que el estudio "demuestra la importancia de ahondar en el origen de
una enfermedad futura desde su génesis".
Por otro lado, destaca la importancia de
desarrollar campañas de prevención desde la infancia que ayuden a evitar el
riesgo de padecer diferentes enfermedades en la población adulta.
Los resultados de la investigación,
realizada durante diez años en la Unidad contra el riesgo cardiovascular del
servicio de Pediatría Hospital General de Valencia, han sido publicados en la
revista Hypertension de la Asociación Americana del Corazón.
El estudio refuerza la evidencia del valor
de los nuevos métodos para medir la presión arterial en los que la
monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) se convierte en el
modo más útil para el diagnóstico de la hipertensión en niños y adolescentes.
Mediante la utilización de dispositivos que
se ajustan al cuerpo se mide de forma automática la presión arterial del niño,
cada 20 ó 30 minutos, durante las 24 horas del día mientras realiza sus
actividades cotidianas.
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