jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Cómo detecto si mi hijo tiene un problema de audición?

La detección temprana de la sordera infantil para poder tratarla y no tenga una repercusión significativa en el desarrollo del lenguaje.
Signos de alarma:
De 0 a 3 meses:
-     Ante un sonido no se observan en el niño respuesta refleja de tipo: parpadeo, agitación, despertar.
-       No le tranquiliza la voz de su madre.
-       No reacciona al sonido de una campanilla.
-       Emite sonidos monocordes (mismo tono).
De 3 a 6 meses:
-       Se mantiene indiferente a los ruidos familiares.
-       No se orienta hacia la voz de su madre.
-       No responde con emisiones a la vox humana.
-       No emite sonidos guturales para llamar la atención.
-       No hace sonar el sonajero si se le deja al alcance de la mano.

De 6 a 9 meses:
-       No emite (pa, ma, ta…).
-       No vocaliza para llamar la atención sino que golpea objetos cuya vibración al caer asocia con la presencia de su madre.
-       No juega con sus vocalizaciones, repitiéndolas e imitando las del adulto.
-       No atiende a su nombre.
-       No se orienta a sonidos familiares no necesariamente fuertes.
-       No juega imitando gesto que acompañan cancioncillas infantiles (“los lobitos…”) o sonríe al reconocer estas.
-       No dice “adiós” con la mano cuando se le dice esta palabra.
De 9 a 12 meses:
-       No reconoce cuando le nombran a “papá” y “mamá”.
-       No comprende palabras familiares.
-       No entiende una negación.
-       No responde a “dame…” si no se le hace el gesto indicativo de la mano.
De 12 a 18 meses:
-       No dice “papá” y “mamá” con contenido semántico.
-       No localiza la fuente del sonido.
-       No señala objetos y personas familiares cuando se le nombran.
-       No responde de forma distinta a sonidos diferentes.
-       No se entretienen emitiendo y escuchando determinados sonidos.
-       No nombra algunos objetos familiares.
De 18 a 24 meses:
-       No presta atención a los cuentos.
-       No comprende órdenes sencillas si no se acompañan de gestos identificativos.
-       No identifica las partes del cuerpo.
-       No conoce su nombre.
-       No hace frases de dos palabras.
A los 3 años:
-       No se le entienden las palabras que dice.
-       No repite frases.
-       No contesta a preguntas sencillas.
A los 4 años:
-       No conversa con otros niños.
-       No manifiesta lenguaje maduro ni lo emplea eficazmente y solo le entiende su familia.

Asimismo, se recomienda la consulta siempre que se trate de un niño que carece de lenguaje, este cesa o evoluciona lentamente; padece frecuentes catarros, otitis o enfermedades alérgicas; o bien si el niño se muestra distraído y/o se retrasa en su aprendizaje escolar.


Antoraz,E; Villalba,J, 2010. Desarrollo cognitivo y motor. Servicios Socioculturales y a la Comunidad. Madrid. Editorial Editex, S.A.

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