jueves, 12 de septiembre de 2013

La semilla de unos huesos fuertes se planta en la niñez.

La mayoría de la gente no piensa en sus huesos hasta que es demasiado tarde para prevenir una pérdida grave de masa ósea y las consiguientes fracturas. Ya que la mayor parte del hueso se forma en la infancia y la adolescencia. Hacia los 20 años, las mujeres han generado entre el 90 y el 96% de su masa ósea máxima. Y el máximo de los varones se alcanza a los 21 años. Se ha demostrado que un aumento de un 10% de la masa ósea en la infancia podría retrasar la osteoporosis, especialmente en las mujeres posmenopaúsicas unos 13 años. Aunque nada se puede hacer respecto a los tres factores que más influyen en la masa ósea (la edad, el sexo y la genética), hay dos más sobre los que sí tenemos control y que pueden marcar la diferencia; la actividad física y los nutrientes que contribuyen a la formación del hueso (el calcio y la vitamina D). 
El periódico El País 2013-09-12

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