miércoles, 11 de septiembre de 2013

Unicef denuncia las “cicatrices” de la guerra en los niños sirios.

La directora regional de UNICEF ha advertido de que el alargamiento del conflicto sirio podría estar dejando cicatrices "duraderas" e "invisibles" en los más de cuatro millones de niños refugiados, debido a una exposición prolongada a la violencia, al estrés, a los múltiples desplazamientos y a la pérdida de familiares y amigos.
De hecho, destaca que algunos padres han asegurado que sus hijos "están sufriendo pesadillas frecuentes y muestran comportamientos temerarios y agresivos", entre otras manifestaciones, entre las que también se encuentran “moja la cama por las noches” y un mayor "retraimiento y apego".
En este sentido, expertos en protección de la infancia de la organización han asegurado que "los niños que han sido sometidos a un estrés intenso pueden perder la capacidad de conectar emocionalmente con los demás y consigo mismos" y existe la posibilidad de que se "paralicen" sus sentimientos básicos, haciéndoles incapaces de "pensar en el futuro o recordar eventos recientes".
Por ello, la entidad benéfica ha pedido ayuda para financiar las actividades que se llevan a cabo en los campos de refugiados con el fin de “ayudar a los niños a manejar los temores y la inseguridad algo que, según ha destacado "no es un lujo".
La acción de la organización sobre el terreno consiste, según ha indicado, en llevar a cabo acciones para que los niños "puedan expresarse" a través del juego o del deporte, así como formar maestros y consejeros para proporcionar apoyo especializado a los niños que lo requieran.
En total, cerca de 470.000 niños sirios han recibido apoyo emocional desde el comienzo de 2013. Algunos desde Siria, otros como refugiados en un país vecino.
El periódico Elmundo.es 2013-09-11


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