miércoles, 11 de septiembre de 2013

Alimentos para bebés con exceso de azúcar y sal.

Los alimentos comerciales pensados para la etapa en la que los bebés empiezan a comer sólido no sólo no satisfacen las necesidades nutricionales de los pequeños sino que llevan un exceso de azúcar y sal poco recomendable. Así lo confirma la revista “Archives of Disease in Childhood” después de analizar el etiquetado de más de 400 productos disponibles en Reino Unido. Y lo peor, subrayan los autores de este estudio, es que "la venta de muchos (el 44%) se promueve para los niños a partir de los cuatro meses de edad, momento en el que aún deberían estar alimentados sólo con leche materna, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación la ha llevado a cabo un grupo de investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) ha analizado el contenido nutricional de un total de 479 productos de cuatro grandes fabricantes del país (Cow - Gate, Heinz, Boots y Hipp Organic) y dos especializados (Ella's Kitchen y Organix) en alimentación infantil.
Los investigadores registraron la información nutricional de cada uno de los alimentos: después de procesar y comparar los resultados, "vimos que, efectivamente, durante los seis primeros meses de vida, estas variedades comerciales no aportaban nada que no ofreciera ya la leche". Y, una vez superado ese tiempo, al cotejarlos con la comida casera, los autores del estudio comprobaron no sólo no cubren las necesidades nutricionales de los pequeños sino que, aunque están dentro de los márgenes permitidos por la directiva europea, tienen más azúcares y sal de lo deseable.
Por eso, el mejor consejo es elegir los mejores productos, aprovechando los de temporada y cocinarlos en casa, sin aditivos ni conservantes. No pasa nada por hacer uso de ellos, pero no de forma rutinaria, ya que el exceso de azúcar contribuye a la obesidad de niño en el futuro
En cuanto a la sal, en general, debemos reducir su consumo y la mejor manera es hacerlos desde que somos pequeños. Es una cuestión cultural. Este hábito, mejorará la salud cardiovacular del individuo a lo largo de su vida. No es que el azúcar o la sal supongan un riesgo al niño, sino que crea un hábito que con el tiempo puede acarrear problemas importantes de salud.

El periódico elmundo.es 2013-09-11

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