martes, 22 de octubre de 2013

2.ooo muertes invisibles.

Una de las experiencias más traumáticas que pueda sufrir una persona es perder al hijo que espera durante la gestación o al poco de nacer. Es un trance muy duro, aunque tampoco es fácil para los profesionales sanitarios. ¿Cómo trasladar la mala noticia a los padres? ¿Qué decir y qué no decir? ¿Es bueno enseñar el pequeño a los progenitores? Pese a que cada vez es mayor la sensibilidad y los esfuerzos por parte de los trabajadores y de los propios hospitales a la hora de hacer frente a estas situaciones, las asociaciones de apoyo a madres y padres que han sufrido muertes perinatales y neonatales reclaman la generalización de guías de actuación y de formación en todos los centros españoles para atender estos casos adecuadamente.
La última llamada de atención tuvo lugar el sábado pasado, con una suelta de globos en Madrid, Barcelona, Alicante y otras ciudades. Bajo el lema Rompamos el silencio: este duelo existe, las entidades Umamanita, Petits amb llum y Superando un Aborto se sumaron de esta forma a la campaña internacional de sensibilización por las muertes perinatales, neonatales y por abortos espontáneos que pretende promover el reconocimiento social ante este tipo de pérdidas. Además, reclamaron que se extienda la atención más allá de los cuidados hospitalarios inmediatos (por ejemplo, la ayuda psicológica) o el reconocimiento de días de permiso laboral tanto para el padre como para la madre, entre otros aspectos.
¿Qué hacer y qué no hacer ante una muerte perinatal?
Respetar las necesidades que expresan las mujeres y sus acompañantes y ofrecerles espacios y tiempo de intimidado, la posibilidad de ver y estar con su bebé y abrazarlo si lo desean, así como respetar su decisión de no hacerlo.
Ofrecer la posibilidad de conservar recuerdos.
Referirse al bebé utilizando su nombre. Dar una explicación y responder a las dudas todas las veces que sea necesario.
Involucrar a la madre y su pareja en las decisiones sobre el destino del cuerpo del bebé.
Ofrecer ayuda psicológica. No minimizar el dolor, permitir expresarlo sin juicio, mediante escucha empática.
Asesorar a la madre sobre la inhibición de lactancia.
El volumen de casos es notable y se mantiene constante año tras año. Los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2011 apuntan a 1.527 muertes gestacionales en el periodo perinatal (a partir de la semana 22 de gestación) y 645 fallecimientos neonatales precoces (entre uno y seis días después del alumbramiento). Estos son los números oficiales, pero las asociaciones sostienen que existe una elevada tasa de infradeclaración (especialmente en muertes intrauterinas), que acercaría el número de casos a los 3.000.

El periódico elpais.com 2013-10-22

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