El Banco de España dio por finalizada esta semana la que ha
sido la recesión más larga de la democracia española. Se produjo un crecimiento de tan solo el 0,1% pero que pone fin
a ocho trimestres consecutivos de retroceso del Producto Interior Bruto. El
dato se une a otros positivos conocidos en las últimas semana: caída de la
prima de riesgo, colocaciones del Tesoro por debajo del 1% o el descenso del paro -aunque se deba a los contratos de verano y el retroceso de la población activa-
o la subida de la Bolsa a sus mayores niveles en más de dos
años.
Sin embargo, las familias tienen poco qué
celebrar de momento pese a que empresarios como Emilio Botín aseguren que España atrae ahora "dinero de todas
partes" o el hombre más rico del mundo apueste por una empresa del
país. Una de cada cuatro personas en edad de trabajar no tiene un
empleo. Los salarios han bajado estos años mientras ha aumentado la presión
fiscal, lo que mantiene todavía el motor del consumo paralizado.
Si la crisis se empezó a notar en los
mercados financieros que en la economía real, las pregunta ahora son: ¿Cuándo
comenzarán a sentir las familias la mejoría de estos mercados?
"El optimismo en estas circunstancias
es peligroso porque puede hacer que nos confiemos y dejemos para más adelante
tareas que todavía son urgentes pero incómodas. En mi opinión estamos -ahora
sí- en el buen camino, porque hemos logrado equilibrar financieramente a la
economía española haciendo la parte más dura de la devaluación interna",
explica José María Serrano, catedrático en Economía Aplicada en la Universidad
de Zaragoza.
Los expertos consultados creen que las
familias tardarán en notar la mejoría al menos hasta finales del próximo año.
"Mientras no
bajen los impuestos, se fomente la contratación y
se ayude a las empresas las familias van a notar muy poco o nada.
"Si todo marcha según lo que ahora
podemos prever y elegimos el escenario favorable, a lo largo de 2014 [las
familias] lo notarán, y la mejoría (si no hay contratiempos, claro) será más
rápida de lo previsto", cree, por su parte, José María Serrano, de la
Universidad de Zaragoza.
El Gobierno prevé que el paro, el termómetro de la crisis para los ciudadanos,
baje solo ligeramente el próximo año, hasta el 25,9% de la población activa
frente al 26,6% en el que espera que cierre este año. El ministro de Economía, Luis de Guindos,
anunció que se producirá creación de empleo en 2014 por primera vez empleo pero
será un repunte mínimo.
"La percepción de la recuperación va a
ser muy lenta y gradual, y no se notará de un día para otro. La reversión de la
subida del IRPF de diciembre de 2011 podría ser la señal más evidente: pondría
en manos de las familias más recursos, al tiempo que sería la indicación de que
el Gobierno puede permitírselo porque la situación ha mejorado lo suficiente. Y
está prevista para comienzos de 2015", concluye Pingarrón, de IG.
El periódico elmundo.es 2013-10-27
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