Los índices de desempleo juvenil que
presentan países como España constituyen una «emergencia sanitaria» para la
Organización Mundial de la Salud (OMS), que presentaba este miércoles en
Londres un nuevo estudio sobre la relación entre salud pública y la crisis
económica. «El paro, en especial los persistentes elevados niveles de paro
juvenil, son una bomba de relojería para la salud pública a punto de estallar»,
advirtió Michael Marmot, director del Instituto para la Equidad Sanitaria
británica y responsable de un estudio sin precedentes en el que han trabajado
más de 80 expertos durante tres años.
Con
una imagen de una manifestación de los «Indignados» en una de las diapositivas,
Marmot resumió así la pólvora que alimenta la «bomba de relojería» que describe
la OMS: «hemos fracasado en dar un futuro a estos jóvenes». Entre los factores
desencadenados por el desempleo y la desigualdad social, la
OMS destaca las consecuencias para la salud mental, la mayor incidencia de
delitos y
comportamientos antisociales, la transmisión «intra-generacional» de riesgos
sanitarios de padres a hijos –«a mayor desempleo, mayores índices de pobreza
infantil», dijo– y el mayor índice de suicidios.
Este último fenómeno lo calificó «solo la
punta del iceberg», a pesar de que estudios recientes apuntan a un incremento del 11,7% de los suicidios entre jóvenes
europeos desde el «crack» financiero de 2008. El mensaje principal del estudio
es que «la salud de las personas está determinada por las condiciones en las que
viven, trabajan y crecen». En esa clave, sus autores se esfuerzan en incluir propuestas prácticas
para quienes toman las decisiones políticas.
El periódico abc.es 2013
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