El escándalo de sobornos y corrupción que afecta al gigante británico
GlaxoSmithKline en China (sobornos a personal sanitario para vender su leche de
fórmula) parece pasarle factura. Según datos de la propia compañía, sus ventas
han descendido un 61% en el gigante asiático en el tercer trimestre del año; un
problema que también afecta (aunque en menor medida) a otras compañías
farmacéuticas occidentales.
Aunque China representa sólo el 4% de las
ventas globales de GSK, ha supuesto una importante fuente de beneficios para la
compañía en los últimos años y cuenta con una plantilla de 7.000 personas en el país asiático. Sin
embargo, la investigación abierta el pasado mes de julio por las
autoridades chinas por una supuesta red de sobornos a
El periódico Elmundo.es 2013-10-25
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