Son la respuesta que la medicina siempre
busca, la gran esperanza de la medicina preventiva, y el objetivo final de toda
vacuna, pero también son difíciles de manejar y su comportamiento no siempre se
puede predecir. Los
anticuerpos que genera el organismo ante la presencia de un virus pueden ser la clave para acabar
con él aunque en algunos casos, como el del VIH, se lleven décadas investigando
sobre cómo conseguir vacunas que induzcan anticuerpos eficaces, sin ningún
resultado concreto y positivo en humanos.
Un estudio publicado hoy en la revista Nature da
un nuevo impulso a la investigación en anticuerpos monoclonales contra el VIH,
ya que demuestra su utilidad en la disminución de la carga viral que, en
algunos casos, llega incluso a mantenerse más allá del propio efecto del
anticuerpo, al reforzar
el propio sistema inmune. Sin embargo, se trata
de un trabajo llevado a cabo en macacos que, de momento, solo serviría de
prueba de concepto de una hipótesis que da esperanza a los autores: que, además
de para guiar el desarrollo de vacunas, pudieran servir como estrategia
terapéutica.
El
periódico elmundo.es 2013-10-31
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