jueves, 31 de octubre de 2013

Los peligros de las dietas bajas en carbohidratos.

Las dietas bajas en carbohidratos producen un aumento de los niveles de colesterol en sangre. Así lo asegura un reciente estudio realizado en Noruega y del que se hace eco la campaña «Pan cada día».
El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Oslo, se realizó en un grupo de mujeres sanas con normopeso (es el peso normal de una persona respecto a su estatura, es decir el Índice de Masa Corporal (IMC) ideal), a las que se administró, durante cuatro semanas, una dieta normocalórica con un bajo contenido en hidratos de carbono (20-25 g/día).
El perfil calórico de la dieta suministrada fue del 2-5% de la energía total en forma de hidratos de carbono, un 67-78% de la energía en forma de grasas, mientras que las proteínas representaron el 19-31% de la ingesta energética total.
En cuanto a las grasas, las grasas saturadas representaron el 32% de la energía total, las monoinsaturadas el 25% y las poliinsaturadas el 9%. La ingesta de colesterol de la dieta baja en hidratos de carbono contenía una media de 11,53 mg de colesterol y 9 g de fibra dietética. Se recogieron datos de peso de las participantes y se realizó un análisis de sangre, antes y después de la intervención dietética.
Las cifras medias de colesterol en sangre al inicio del estudio fueron de 158,51 mg/dL y de LDL-Colesterol, de 85,07 mg/dL, pasando, tras el seguimiento de la dieta baja en hidratos de carbono, a 201,03 mg/dL y 119,88 mg/dL, respectivamente, con un incremento porcentual en las cifras de colesterol total de un 33% y en las de la fracción LDL-Colesterol de un 41%.
Los autores concluyen, que una dieta baja en hidratos de carbono y rica en grasas y proteínas, aumenta, de forma considerable, los niveles de colesterol total y de LDL-Colesterol en mujeres sanas con normopeso, dando lugar a un impacto negativo en su perfil de riesgo cardiovascular.
A diferencia de una dieta hipocalórica equilibrada, con un bajo contenido en grasas, las dietas cetogénicas generan una exagerada movilización proteica-lipídica una pérdida importante de masa magra y un aumento de los niveles de ácido úrico, lo que incrementa el riesgo de sufrir gota o cálculos renales. Además, al ser ricas en grasas saturadas y colesterol, aumentan el riesgo aterosclerótico, tal y como se ha demostrado en este estudio.
Igualmente, este tipo de dietas provoca la movilización del calcio óseo, favoreciendo la aparición de osteoporosis. Pueden conducir, al ser bajas en fibra, al padecimiento de estreñimiento severo y, al eliminar los alimentos ricos en carbohidratos, que a su vez, contienen determinadas vitaminas y minerales, pueden ocasionar deficiencias de algunos micronutrientes.

El periódico abc.es 2013-10-31

No hay comentarios:

Publicar un comentario