jueves, 17 de octubre de 2013

¿Probióticos para seropositivos?

El pasado mes de julio, un estudio  publicado en la revista “Science Traslacional Medicine” ponía el foco en un problema ya conocido por los especialistas en VIH. El virus del sida, lejos de actuar igual en todos los lugares del organismo humano, ataca con especial virulencia a ciertas partes y, en ocasiones, utiliza como aliados a habitantes del cuerpo que, en circunstancias normales, no suponen ningún peligro para la salud. Es el caso de la microbiota gastrointestinal.
Un estudio publicado en la última edición de la revista “Clinical Infectious Diseases” demuestra por primera vez cómo un compuesto probiótico, de nombre NR100157, podría actuar sobre esa acción específica del VIH.
Lejos de querer imitar ni remotamente la acción de los antirretrovirales, NR100157 actúa sobre la microbiota gastrointestinal. Como se explica en el estudio, mientras que la pérdida de células T CD4 en plasma es el signo más reconocible de la infección por VIH, esta también se asocia con la rápida disminución de CD4 específicamente asociadas al sistema digestivo, lo que lleva a alteraciones en la composición de la microbiota (los microorganismos que conviven con el ser humano en el tracto gastrointestinal y cuya importancia cada vez está más demostrada).
En BITE, lo que los investigadores dirigidos por Lange intentaron demostrar es la eficacia del producto probiótico para aminorar la disminución de los CD4 en pacientes infectados por el VIH con una carga viral mayor de 800. En total fueron 143 los seropositivos de ocho países (Italia, Holanda, Reino Unido, Tailandia, Brasil, EEUU, Australia y Argentina) los que completaron el seguimiento completo del estudio. De ellos, 60 fueron asignados al nuevo compuesto y el resto tomó un placebo de aspecto similar.
Y los resultados de la investigación prueban que tuvieron éxito y esta reducción fue estadísticamente significativa en el grupo que consumió el yogur líquido. "La idea subyacente era la de postergar el inicio del tratamiento, lo que en vista de las guías actuales parece poco probable", apunta Cahn.
Aunque la persona esté en tratamiento, los CD4 específicos de la flora intestinal siguen bajando poco a poco. Por esta razón, Lange señala que la utilidad de este compuesto no termina en el contexto en el que se ha ensayado, es decir, en pacientes 'naive' o que aún no se han tratado. Por el contrario, este experto cree que "hace falta llevar a cabo un estudio para definir su beneficios como complemento a la terapia antirretroviral".

El periódico elmundo.es 2013-10-17

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