lunes, 28 de octubre de 2013

Escuela especializada o elitista.

Un instituto especializado en artes, otro en tecnología, otro en humanidades... La teoría dice que los centros especializados en un área, en ciertas iniciativas de mejora pueden aumentar la calidad del sistema, y muchos países como Estados Unidos, Francia o Rusia tienen años de experiencia con este tipo de institutos. Sin embargo, los detractores de la medida que propone ahora para España la reforma educativa (LOMCE) recuerdan los efectos negativos que también han tenido ese tipo de centros: segregación, elitismo y desigualdad, con centros de primera y centros de segunda. Incluso muchos de quienes los defienden señalan un buen número de prevenciones necesarias para que no acabe siendo peor el remedio que la enfermedad.
Empezando por el principio, la LOMCE dice que los centros, básicamente los de secundaria, podrán desarrollar acciones tendentes a la “especialización curricular, a la excelencia, a la formación docente, a la mejora del rendimiento escolar”, entre otras. Las acciones de calidad que lleven a esta especialización serán competitivas y los que ganen tendrán más dinero y autonomía (por ejemplo, los directores podrán elegir docentes) para llevarlas a cabo. Estos centros, además, podrán tener en cuenta la nota para admitir solicitudes en la etapa posobligatoria, es decir, en bachillerato y FP. Se trata de una pata más de la teoría que recorre toda la ley que impulsa el ministro José Ignacio Wert: más autonomía (con rendición de cuentas) y margen de especialización fomentará una especie de competición entre escuelas que mejorará el sistema.

El periódico elpais.com 2013-10-28

No hay comentarios:

Publicar un comentario