viernes, 25 de octubre de 2013

¿Por qué el ejercicio físico ayuda a los escolares a obtener mejores notas?

La falta de actividad física repercute en el funcionamiento y desarrollo de su cerebro. Por el contrario, cada vez más estudios resaltan la relación positiva entre la actividad física y un mejor funcionamiento cerebral.
Un estudio que acaba de publicarse en “British Journal of Sports Medicine”, demuestran de forma convincente que la práctica regular entre los escolares de ejercicio entre moderado a intenso aumenta el rendimiento académico. Los investigadores han partido de una muestra de casi 5.000 niños que participaron en el Estudio Longitudinal Avon de Padres y Niños (ALSPAC), también conocido como “Niños de los 90. Este estudio recogió datos de unos 14.000 niños nacidos en el Reino Unido entre 1991 y 1992, a los que se sigue periódicamente.
Uno de los muchos datos recogidos fue la actividad física de los escolares a los once años, que se midió con un acelerómetro. Así quedó reflejado que los chicos hicieron ejercicio entre moderado e intenso unos 29 minutos de media al día, mientras que las chicas se quedaban en 18 minutos. En ambos casos, estaban muy lejos de los 60 minutos diarios recomendados en esta etapa de la vida. Además constaban también sus calificaciones en lengua, matemáticas y ciencias a los 11, 13 y 16 años.
Relacionando actividad física y resultados académicos, los investigadores concluyen que hay una relación positiva entre el rendimiento académico y la actividad física, que se mantiene a largo plazo (entre los 11 y los 16 años valorados). Además han observado que las chicas, con la ayuda del ejercicio, obtienen mejores calificaciones en las asignaturas de ciencias.
En ambos sexos, el ejercicio tenía un efecto dosis/respuesta en las calificaciones académicas. Es decir, cuanto más intenso era el ejercicio realizado, mayor era el incremento de las calificaciones. En concreto, a los 16 años, para los chicos por cada 17 minutos adicionales realizados al día a los 11 años sobre la media (29 minutos) mejor era su puntuación; mientras que las chicas lograban lo mismo con cada 12 minutos extra sobre los 18 minutos que como media dedicaban a la ejercicio moderado o intento a esa edad.
A la vista de este incremento en las calificaciones, los investigadores se preguntan que ocurriría si los escolares llegaran a los 60 minutos diarios de ejercicio recomendados por la Comisión Europea, que no se cumplen en casi ningún país, incluido el nuestro.
Según el estudio, la práctica de ejercicio parece aumentar la concentración de los chavales, lo que permite que dediquen durante las clases más tiempo a las explicaciones del profesor, y se reducen los problemas de conducta en las aulas. Pero la neurociencia aporta datos más concretos.
Los estudios de neuroimagen han demostrado que la práctica de ejercicio conlleva un aumento de sustancia gris en la cortezas prefrontal, sede de las funciones ejecutivas que nos permiten planificar acciones, y temporal, relacionada con el aprendizaje y la memoria. También hay un incremento de la sustancia blanca, encargada de establecer conexiones entre distintas zonas de cerebro.
Tanto la corteza prefrontal como el hipocampo se han asociado con la consecución de objetivos a largo plazo, dejando de lado las recompensas inmediatas, como ver la tele en lugar de estudiar para el examen de la próxima semana.
La corteza cingulada anterior también parece “ponerse en forma” con el ejercicio, como revelan los estudios de neuroimagen. Esta región del cerebro, situada en la corteza prefrontal, tiene conexiones con múltiples estructuras cerebrales que procesan información sensorial, emocional, cognitiva y motora y está implicada en el control ejecutivo que ayuda a trabajar conforme a metas determinadas de antemano, realizar predicciones de resultados, creación de expectativas, y la capacidad para inhibir comportamientos impulsivos.

El periódico abc.es 2013-10-25

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