Cada
año se diagnostican en España unos 22.000 casos nuevos de cáncer de mama y la
incidencia, igual que en otros países occidentales, crece a un ritmo del 2-3%
anual. Cada vez está más claro que ciertos cambios en los estilos y hábitos de
vida podrían prevenir un elevado porcentaje de ellos.
1. El ejercicio físico. Ni siquiera tiene
que ser un ejercicio intenso. Numerosos estudios han demostrado que el
ejercicio aeróbico regular (basta con caminar a buen ritmo todos los días) puede
prevenir un porcentaje importante de tumores de mama. Las mujeres que caminan
una media de siete horas a las semana tenían un 14% menos de riesgo de desarrollar
un tumor en el pecho; entre las más activas, que realizaban un ejercicio físico
más intenso, la reducción del riesgo se elevaba al 25%.
2. La dieta. Junto con el ejercicio, un
peso adecuado reduce el riesgo de tener un cáncer de mama. Es más beneficioso
una dieta mediterránea que simplemente un dieta baja en calorías. El riesgo de cáncer
de mama aumenta con las dietas tipo “fast food”, ricas e grasas..
3. El sobrepeso. Tener altos niveles de
hormonas femeninas circulantes (estrógenos) suele asociarse a mayor riesgo. En
el caso de las mujeres posmenopáusicas, el sobrepeso suele ir asociado a este
ambiente hormonal que favorece la aparición de tumores de mama.
4. Mamografías: hacerse la prueba cada dos
años, entre los 50 y los 60 años, como indica la literatura científica, sigue
siendo una útil herramienta preventiva.
5. Fármacos preventivos: Reino Unido ha
sido el primer país europeo en autorizar el uso de tamoxifeno como fármaco para
prevenir el cáncer de mama en mujeres sanas, pero con alto riesgo de
desarrollar esta enfermedad (por sus antecedentes familiares, por ejemplo).
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6. Mastectomía profiláctica: la doble mastectomía no es la única opción. También
el seguimiento estrecho con resonancia magnética es una opción o el mencionado
tamoxifeno, aunque supone una carga de ansiedad que no todas las mujeres pueden
tolerar. Quitarse los ovarios, añade, también reduce el riesgo de cáncer de
mama en estas mujeres y es una cirugía menos mutilante, una vez pasada la edad
fértil. Lo importante, insiste, es plantear todas las opciones y que sea la
mujer quien decida.
7. Tabaco y alcohol: la relación del tabaco
con el cáncer de mama no está tan clara como en otros tumores. Uno de los
trabajos más amplios sobre el tema
realizado hasta la fecha, sí advirtió que el riesgo de cáncer era mayor entre
las mujeres que antes habían comenzado a fumar y más cigarrillos consumieron.
También beber alcohol a edades temprana comienza a
perfilarse como un factor de riesgo. Aunque la relación del alcohol no está
clara del todo, sí sabemos que un consumo
elevado de bebidas de alta gradación es un factor de riesgo.
8. Otras cuestiones: tener muchos hijos a
una edad temprana y la lactancia materna son otros dos factores que han
demostrado sus facultades protectoras.
El periódico elmundo.es 2013-10-19
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