Su consecuencia
más clara es el elevado número de bacterias con resistencias a estos
medicamentos y los datos de un estudio publicado en la edición online de la
revista “JAMA of Internal Medicine”.
La investigación muestra que mientras que
sólo un 10% de los adultos con dolor de garganta tienen infección por
estreptococo, la única causa por la que este problema requeriría de
antibióticos, la tasa nacional de prescripciones de estos fármacos para adultos
con dolor de garganta se mantiene en el 60% de los casos. En la bronquitis
aguda, para la que no se deberían recetar antibióticos, la prescripción está en
el 73%.
El estudio medió los cambios en el número
de recetas para pacientes con bronquitis o con dolor de garganta realizadas en diferentes
centros de Estados Unidos entre 1996 y 2010.
En cuanto al tipo de fármacos, la
prescripción de penicilina para las molestias de garganta se mantuvo en un 9%
de las consultas a lo largo de ese tiempo, pero las recetas de azitromicina (un
fármaco mucho más caro) aumentaron considerablemente llegando a recetarse en el
15% de las visitas por esta causa.
Además de contribuir al aumento de
resistencias bacterianas, el abuso de antibióticos también aumenta los gastos
del sistema sanitario y causa efectos adversos en quienes los toman.
El problema es que muchos de estos
trastornos están producidos por virus, no por bacterias, patógenos a los que se
dirigen los antibióticos.
Los españoles se encuentran entre los
europeos que consumen más antibióticos, y los utilizan para combatir
resfriados, gripe o dolor de cabeza, según un informe de la UE.
El periódico Elmundo.com
2013-10-04
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