jueves, 17 de octubre de 2013

Radiografía a los hijos de madres adolescentes.

Tal vez porque Reino Unido tiene la mayor tasa de embarazos adolescentes de toda Europa occidental, es allí también donde se concentra la mayor parte de la investigación sobre las secuelas que tiene (tanto para las madres como para su hijos) dar a luz a edades tempranas. El último análisis de este tipo se acaba de publicar en la revista “Archive of Disease in Childhood” y aborda el desarrollo cognitivo de los hijos de madres adolescentes.
Investigadores de la Universidad de Oxford (en colaboración con colegas canadienses) han analizado una amplísima base de datos de casi 19.000 niños nacidos en todo el Reino Unido entre 2000 y 2001. 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año dan a luz en todo el mundo alrededor de 16 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años y otras dos millones menores de 15 años, el 95% en países de medianos y bajos impresos. En España, según datos del INE para el año 2012, casi 6.000 mujeres dieron a luz antes de los 18 años.
Inicialmente, y usando escalas cognitivas bien conocidas en psicología, los hijos de madres adolescentes puntuaron peor en una serie de parámetros, como las habilidades verbales, no verbales y espaciales. Concretamente, los investigadores calculan que estos niños tienen un retraso de 11, siete y cuatro meses respectivamente en la adquisición de estas habilidades en comparación con niños de su misma edad nacidos de madres mayores.
Sin embargo, cuando empezaron a meter en la coctelera factores demográficos (como el nivel educativo o económico de la madre) o los cuidados en el embarazo y el postparto (si la madre fumó en la gestación o si le dio el pecho al niño), la balanza se fue poco a poco equilibrando.
Es decir, los autores sugieren que en el retraso cognitivo de estos niños no influye tanto la edad de su madre en el embarazo, como toda una serie de factores demográficos. La ausencia de una figura paterna, no tener empleo, el tabaco en el embarazo... factores todos ellos más frecuentes en madres menores de 18 años. "Ser madre adolescente limita las posibilidades de seguir estudiando y acceder a un empleo, y todo ello afecta al desarrollo cognitivo de sus hijos", apuntan los autores.
Concretamente, las estadísticas mostraban que las mujeres menores de 18 años tenían más posibilidades de iniciar el control del embarazo pasada la semana 30 de gestación, sólo el 7% de ellas dio el pecho a su bebé (frente al 41% de las de 30-34 años); además, dos tercios de ellas tenían ingresos por debajo de las 10.000 libras anuales (frente al 9% de las mayores de 30) y el 33% seguía viviendo con sus padres. A los nueve meses del parto, el 52% de ellas no estaba casada ni vivía con el padre del niño.

El periódico elmundo.es 2013-10-17

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