sábado, 12 de octubre de 2013

Semana 18.

El bebé mide entre 13 y 14 cm y pesa 150 gramos.
Debido al desarrollo de la musculatura de la cara, el bebé puede hacer muecas e incluso bostezar. Sus cuerdas vocales también están desarrolladas así como los huesos del oído interno junto con las terminales nerviosas que lo conectan con el cerebro, así que puede empezar a escuchar sonidos.
El corazón está dividido en cuatro cámaras (dos aurículas y dos ventrículos) y cuatro válvulas (tricúspide, mitral, aortica y pulmonar). Parte de la sangre de la aurícula derecha pasa  directamente a la aurícula izquierda a través de un agujero llamado el foramen oval, evitando así el paso de esa sangre por los pulmones. En el momento del nacimiento, este agujero se cierra.
Los pies y las piernas están moldeados. En su interior se visualizan sombras oscuras que corresponden a los centros de osificación. Es decir, las porciones cartilaginosas que hasta el momento han formado el esqueleto del bebé, se transforman en tejido óseo. Estos centros de osificación crecen hacia los extremos de los huesos y el cartílago también crece al mismo tiempo.
Es posible que por fin empieces a sentir algunos movimientos del bebé porque empieza a patear y a mover sus manos con más fuerza. Si ya has tenido un bebé, reconocerás esos movimientos enseguida. Si es tu primer embarazo,  quizás no los notes hasta dentro de dos semanas. Sus ojos y orejas ya alcanzado su ubicación definitiva en esta semana.

El estómago empieza a funcionar: el bebé traga fluido del líquido amniótico para ejercitar el aparato digestivo.

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