El embrión todavía es pequeñísimo, más o
menos del tamaño de una cabeza de alfiler. El embrión empieza a desarrollarse
poco a poco y comienza
a formarse lo que será el corazón (es un grupo de
células musculares aletargadas y diminutas, pero que sobre los 22 días explota
de vida. Una célula se contrae espontáneamente, contagia a sus vecinas y
comienza una reacción en cadena hasta que todas las células del corazón
empiezan a latir)
y el cerebro de tu bebé. En la tercera
semana de embarazo el
corazón de tu bebé late un promedio de 150 pulsaciones por
minuto. el embrión todavía es pequeñísimo, más o menos del tamaño de una cabeza
de alfiler.
En esta semana los 23 cromosomas del óvulo
se unen a los 23 cromosomas que aporta el espermatozoide, lo cual significa que
las principales características físicas y psíquicas del bebé se están decidiendo justo en ese
momento.
Mientras tanto, el líquido amniótico ya ha
empezado a acumularse alrededor del embrión.
De hecho, ya en la tercera semana este
pequeño embrión recibe oxígeno y nutrientes puesto que se ha desarrollado un
sistema circulatorio que aún es muy primitivo pero que conecta perfectamente al
embrión con la pared uterina, que por el momento cumple la función de la
placenta.
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