martes, 15 de octubre de 2013

El aire de casa tiene 10 veces más contaminantes que el de la calle.

Productos de limpieza o de aseo, conservantes alimentario, pinturas o materiales sintéticos son algunos los productos que pueden desprender sustancias químicas y que, según muestra un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en sus siglas en inglés), pueden hacer que el aire que se respira en una casa contenga hasta 10 veces más sustancias contaminantes que el de la calle.
Los hogares tienen varios focos de toxicidad por la presencia de materiales y productos sintéticos, que desprenden tóxicos químicos. Estos productos suelen ser aquellos que confieren al producto la propiedad conservación, olor, moldeabilidad, textura, mayor resistencia al fuego, propiedades antimanchas o hidrófugas, etc, estas sustancias suelen ser ftalatos, bisfenol A, retardantes de llama, compuestos perfluorados, etc.
Por ejemplo, no se repara en que el PVC puede desprender ftalatos que son nocivos para la reproducción (que a veces integran un 30 por ciento de su peso) o que una madera conglomerada puede hacerlo con formaldehido, un gas que puede ser irritante e incluso favorecer el cáncer; estudios recientes muestran una gran carga de tóxicos en el polvo doméstico; existen residuos de pesticidas que pueden encontrarse en la alimentación, etc.
De hecho, explica de Prada, "todas las sustancias tóxicas que hay en la casa va al polvo doméstico que a través de la respiración entra en el cuerpo, y se ha visto que los que se detecta en la casa luego se detecta también en el organismo", y, de nuevo, "cuando respiramos
y llega a nuestro interior, sufre otra serie de transformaciones y puede convertirse en otra sustancia diferente".
Sencillas medidas en casa pueden reducir considerablemente la cantidad de productos dañinos con los que estamos a diario en contacto, además "muchas veces son alternativas que no son más caras que las convencionales, incluso con algunas ahorras".
Así, apuesta lo primero por reducir el número de productos de limpieza y recordar que "la casa no es un quirófano", por tanto no es necesario usar estos productos todos los días; no usar ambientadores sintéticos; reducir el uso de productos de limpieza en spray y apostar por los ecológicos; ventilar a diario el hogar; no abusar del PVC en las casas; o utilizar pinturas ecológicas y optar por muebles de materiales naturales.
"Hay que apelar al uso de la facultad racional", teniendo en cuenta que una sobreexposición a determinados productos de una manera reiterada puede tener efectos negativos sobre la salud, sobre todo en la de niños y embarazadas. Así, este experto destaca el asma, las alergias, un aumento en el riesgo de determinados tipo de cáncer, así como problemas reproductivos, sobre todo afectando a la calidad del semen.

 El periódico larazón.es 2013-10-15

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