lunes, 7 de octubre de 2013

España y Rusia pactan el marco de futuras adopciones.

Ya hay acuerdo en materia de adopción internacional entre España y Rusia. La reunión que a finales de la semana pasada mantuvieron en Madrid representantes de ambos Gobiernos ha dado sus frutos y el texto está siendo ultimado, según fuentes gubernamentales. Finalmente, no se ha impuesto la retroactividad exigida por Moscú en los seguimientos psicológicos a los que los niños son sometidos hasta que cumplen los 18 años. Era el aspecto más complicado de la negociación. Ahora, el documento tiene que seguir los trámites internos de cada país para su entrada en vigor, que probablemente se demore, al menos, hasta primavera. Las fuentes consultadas confían, sin embargo, en que este “nuevo clima” permita que se agilice el proceso de adopción de niños rusos por parte de unas 500 familias españolas que vieron como, desde el pasado agosto, los juicios quedaban paralizado en cumplimiento de una instrucción del Tribunal Supremo ruso que urgía a que el convenio bilateral fuese firmado.
A comienzos de verano, Rusia prohibió la adopción a los homosexuales y a las familias monoparentales, y el 29 de agosto el Supremo de dicho país dio un paso más allá al paralizar los juicios con los países que permiten el matrimonio gay hasta que se firmen convenios bilaterales que garanticen que se va a cumplir su legislación.
El Gobierno de Putin pretende asegurarse de que el menor no será criado en ningún caso por homosexuales, ni siquiera cuando se encuentre en situación de desamparo (por fallecimiento de los padres adoptivos o cuando la tutela les sea retirada y vuelva a manos de la Administración) y el Estado haya de buscarle una nueva familia, algo que en España solo ocurre en el 1% de los casos. En materia de adopciones internacionales impera la legislación del país de origen de los niños, por lo que España ha de adaptarse a la nueva normativa, que establece, entre otros aspectos, la obligación de someter al menor a controles periódicos  (una evaluación que refleje el grado de adaptación en su nuevo entorno) hasta que cumpla los 18 años, momento en el que pierde su nacionalidad rusa. El problema es que Moscú pretendía imponer esta norma con carácter retroactivo. En España han sido adoptados 12.300 niños rusos desde 1997; de ellos, 10.000 siguen siendo menores. Finalmente, se ha acordado que a estos críos no les afecte la nueva condición, salvo en casos muy excepcionales, aquellos en los que el chaval esté en desamparo.

EL periódico Elpais.com 2013-10-07

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