El libro de
la periodista norteamericana Amanda Ripley “The Smartest Kids in the world. And
How they got that way” (Los niños más inteligentes del mundo. Y cómo han
llegado hasta allí) compara los sistemas educativos de varios países. Con unos
resultados desalentadores, al ser muchos los países que suspenden (entre ellos
España) a la hora de enseñar a los niños a tener espíritu crítico. Algo que, en
opinión de Andreas Schleicher, el ideológo de lo que es conocido como el Programm for International Student Assessment
(PISA), es fundamental.
Para entender por qué países como
Finlandia, Korea, Japón o Canadá no solo aprueban si no que destacan a la hora
de enseñar a sus estudiantes a pensar, Ripley viaja a esos lugares, siguiendo a
alumnos norteamericanos de intercambio. Y esto es lo que encuentra: Clases de
matemáticas en las que se enseña lo fascinante que puede ser la geometría,
trigonometría y cálculos cuando van de la mano del mundo real, estudiantes que
se olvidan por completo de la existencia de las calculadoras, porque han
entendido cómo funcionan los números y lecciones comprendidas, libres de
cualquier «gadget» electrónico tipo tablet o ipad.
Y lo que es mejor, profesores que son una
autoridad en cada materia. Esta es otra de las lecciones que la periodista
analiza en su búsqueda de mejores estudiantes del mundo: Los chavales tienen
éxito en clases donde se espera que tengan éxito.
El periódico abc.es 2013-10-16
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