Aproximadamente un 15% de los
embarazos no son clínicamente viables y acaban en aborto espontáneo, pero a
veces, lo que a priori parece ser un embrión demasiado pequeño o sin latido, en
un par de semanas se puede comprobar que progresa con normalidad y convierte al
supuesto embarazo imposible en un bebé sano en el transcurso de los nueve meses
de gestación. Para evitar realizar falsos diagnósticos de este tipo, un panel
de expertos propone una guía con nuevos criterios de evaluación.
El
problema, argumentan, es que "el diagnóstico de un
embarazo inviable puede propiciar intervenciones para interrumpirlo"
(se puede expulsar espontáneamente o mediante unas pastillas que ayudan a
conseguirlo) y si, efectivamente, es erróneo, "se pueden causar serios
daños a una gestación" que, de no ser mediada, hubiera evolucionado
normalmente.
Con
dicha medicación, explica Jose Luis Bartha, jefe de servicio de Obstetricia y
Ginecología del Hospital La Paz de Madrid, pueden ocurrir dos cosas: "que
se pierda a un bebé deseado innecesariamente o que el embarazo continúe".
En esta última suposición, cabe la posibilidad de "que el embrión progrese
sin problemas y nazca un bebé sano" o que, tal y como advierten algunas
referencias bibliográficas, "el recién nacido llegue al mundo con algún
tipo de malformación".
Aunque
éstas son "situaciones extraordinariamente raras", para evitarlas, un
grupo de 15 médicos especializados en Radiología, Obstetricia, Ginecología y
Urgencias, tras realizar una revisión sistemática de literatura científica, han
elaborado una guía con algunas modificaciones en los criterios que definen un
embarazo no viable y las publican en un
artículo que difunde esta semana la revista “New England Journal of Medicine”.
Según
proponen, para declarar embarazo inviable con seguridad, no vale con ver (a
través de ecografía) un embrión de cinco milímetros sin latido (como indican
las guías anteriores). Es mejor esperar a que mida siete milímetros y si
continúa sin latido entonces se puede decir que no es evolutivo. Otra de las
posibilidades que determinan un embarazo inviable es que se observe un saco
gestacional sin embrión. Las nuevas recomendaciones estipulan que se debería
aguardar a que mida 26 milímetros en lugar de 16.
El periódico Elmundo.es 2013-10-10
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