sábado, 12 de octubre de 2013

Semana 16.

El bebé mide de 11 a 12 cm y pesa unos 80 gramos.
En estos momentos el aspecto del feto es más parecido al de un bebé: la cabeza y el cuerpo cada vez están más proporcionados, los ojos están más centrados y se dirigen hacia delante y las orejas han ascendido y están casi en su posición definitiva. Los brazos y las piernas se alargan, se definen, adquiriendo la proporción respecto al cuerpo. La aparición del lanugo, ese pelo fino y suave que recubre la piel del bebé para ayudar a conservar el vérnix caseoso está prácticamente completa y en esta semana se determinará el patrón del pelo del cuero cabelludo. La función renal está ya establecida y empieza a ser determinante en la cantidad de líquido amniótico.
Poco a poco, el cerebro va ejerciendo un mayor control sobre los músculos por lo que el feto va aumentando su capacidad de responder a estímulos y de realizar movimientos más coordinados. Aunque los párpados están cerrados, el bebé realiza los primeros movimientos oculares lentos, es capaz de deglutir, abrir y cerrar las manos, separar los dedos de las manos y flexionar las extremidades, y también empieza a desarrollar el reflejo de prensión, por lo que se puede coger las manos, los pies e incluso el cordón umbilical. 
El cuerpo empieza a hacerse más grande que la cabeza  por fin a partir de esta semana. Los brazos y piernas son más largos y definidos ahora. Incluso se mueven, aunque todavía no lo notes. 
El bebé es sensible al tacto y si empujas tu abdomen puede estremecerse.
Realiza algunos movimientos con su tórax que son precursores del ejercicio para respirar.

El bebé puede sostener erguida la cabeza y el desarrollo de los músculos faciales ya le permite realizar una variedad de expresiones, como fruncir el ceño.

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