El Ministerio de
Educación no solo ha endurecido los criterios para que alumnos de FP, bachillerato y universidad con menos recursos
consigan ayudas para el curso que acaba de empezar. También ha decretado
medidas más severas para aquellos que han recibido una ayuda pero no han
cumplido con las expectativas que el sistema puso en ellos. La devolución es un
proceso que ya se exigía, pero los nuevos requisitos van a disparar la cifra de
afectados. El alumno que no haya superado la mitad de créditos o asignaturas y
que no certifique haber asistido al 80% de las clases, debe reintegrar la ayuda
que recibió para transporte, material y manutención. Las tasas de matrícula
nunca hay que devolverlas. Hasta ahora, el ministerio estima que hay unos 6.500
universitarios y 3.400 estudiantes de ciclos medios que deben dinero del curso
2011-2012 al Estado, acogiéndose a los criterios en vigor hasta agosto de 2012:
asistir a menos de la mitad de las clases o haber anulado la matrícula. Con las
nuevas reglas, solo la Universidad de Sevilla, uno de los campus con más
demanda de becas, prevé que 1.400 estudiantes deben reembolsar ayudas que
oscilan entre 429 y 6.056 euros. La cifra total en universidades se va a
disparar por encima de 20.000 personas, según una estimación a la baja de este
periódico con los datos de 13 universidades. El proceso es lento, pero
implacable. Los centros tardan más de un año en resolver los expedientes de
cada estudiante. Aquellos que no devuelvan lo gastado pueden acabar en un
listado de morosos y arrastrar años su deuda.
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