martes, 15 de octubre de 2013

Los alcaldes se rebelan contra el desguace de sus servicios sociales.

La alarma por el incierto futuro que se cierne sobre los servicios sociales municipales ha cundido entre los alcaldes que temen la desaparición de la red asistencial de proximidad desarrollada a lo largo de tres décadas y fuertemente arraigada y que en la actualidad da servicio a siete millones de personas. Regidores de todo signo político están elevando el tono de sus quejas a medida que se acerca el debate sobre el proyecto de ley de reforma local  que tendrá lugar el jueves en el Congreso, una norma que forma parte del programa de ajustes del Gobierno y que pretende llevar a la práctica el principio: una administración, una competencia.
De acuerdo con su actual redacción, el proyecto de ley de Racionalización y sostenibilidad de la Administración local retira a los Ayuntamientos las competencias en servicios sociales. Solo los que tengan más de 20.000 habitantes podrán hacer frente a una reducida labor de “evaluación e información de situaciones de necesidad social y atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social”. El resto, será competencia de la Administración autonómica.
El cambio que introduce la nueva norma supone un importante cambio de concepto. La ley de Bases actual atribuye a los Ayuntamientos competencias en “servicios sociales, promoción y reinserción social”. De ahí que los municipios, especialmente aquellos de más de 20.000 habitantes, fueran desplegando desde la mitad de los años ochenta servicios de ayuda a domicilio, residencias de mayores, prestaciones de ayuda a la familia, de prevención e inserción social, comedores públicos o cualquier otro que el Consistorio considerara necesario para sus ciudadanos.

El periódico elpais.com 2013-10-15

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