sábado, 12 de octubre de 2013

Semana 10.

El bebé mide entre 30 y 40 mm y pesa unos 5-6 gramos.
La forma es cada vez más parecida a la de un bebé, con la cara más redondeada. Los huesos ya acumulan calcio. Este proceso hará que el cartílago se convierta en hueso. Empieza por el centro de los huesos y se extiende hacia los extremos. Como todos los procesos del desarrollo humano, la calcificación es lenta y no finalizará hasta años después del nacimiento.
En el sistema nervioso, miles de neuronas se crean cada día (unas 250.000 nuevas neuronas por minuto) y hacen que el cerebro se desarrolle rápidamente. Por ahora estas neuronas no tienen casi actividad. Pero todo en el desarrollo tiene un sentido. Es fundamental que se formen adecuadamente; más adelante migrarán del centro a la periferia del cerebro y se conectarán entre ellas. Pero todavía faltan semanas para esto. A pesar de que el cerebro no participa, los nervios se han formado y conectan ya muchos músculos, que tienen movimientos involuntarios cada vez más frecuentes. Por ejemplo, las manos ya se abren y cierran de forma periódica. Los intestinos siguen formándose y se van colocando en su lugar, desapareciendo progresivamente la hernia fisiológica que existe en las primeras semanas. La barriga del bebé en pocos días ya tendrá el aspecto que tiene la de un recién nacido, con el cordón umbilical entrando por el ombligo. El bebé empieza a prepararse para digerir alimentos cuando nazca porque la glándula tiroidea, el páncreas y la vesícula comienza a funcionar.
Al bebé le están empezando a crecer las uñas.

Alrededor de la semana 10 comienza el desarrollo externo de los órganos sexuales, aunque no te hagas ilusiones porque todavía es difícil saber el sexo de tu bebé.

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