El proyecto «Pictogram Room» de la
Universidad de Valencia y Fundación Orange presenta, las nuevas 40 actividades
de «La Habitación de los Pictogramas», un programa que se puede descargar
gratuitamente en Internet y que ofrece un conjunto de videojuegos educativos
para niños y adultos con trastornos del espectro del autismo (TEA), informa la
institución académica.
«Pictogram Room» supone «una forma lúdica y entretenida de avanzar en áreas
clave del desarrollo, aprovechando los puntos fuertes de cada persona.
Mediante un sistema de cámara-proyector y a través del reconocimiento del
movimiento se consigue reproducir la imagen de la persona junto con una serie
de elementos gráficos y musicales que guiarán su aprendizaje», explican sus
responsables en un comunicado.
Con esta nueva versión, se ofrecen cuatro conjuntos de videojuegos (ochenta
actividades en total) destinados a trabajar diferentes
aspectos del desarrollo de la persona: «El Cuerpo», «Las Posturas», «Señalar» e
«Imitar». Todos los videojuegos son personalizables para adaptarlos a las
preferencias del usuario en términos de capacidades, ritmo de aprendizaje,
colores y canciones preferidas.
El programa es compatible con ordenadores
personales con el sistema operativo Windows 7 y requiere del uso del sensor
Kinect para Xbox de Microsoft. Además, está disponible en inglés y francés. Descargable gratuitamente desde www.pictogramas.org, donde también se
puede acceder a la guía pedagógica de la aplicación.
La aplicación es una de las primeras
incursiones en el uso de tecnologías de realidad aumentada para la intervención
educativa en autismo, y es, asimismo, el primer videojuego para niños con autismo desarrollado utilizando la tecnología
del sensor Kinect para Xbox de Microsoft, desempeñando este dispositivo un
papel esencial en estos videojuegos.
Habitación de los Pictogramas» permite
jugar con un jugador (alumno) o dos jugadores (dos alumnos o alumno y
educador). Con el fin de tener una estructura predecible, todos los juegos
siguen un mismo formato y en todos ellos el educador ha de asistir al
participante, además de poder actuar también como jugador.
Todas las actividades van acompañadas de un
indicador de progreso colocado en la zona superior de la pantalla. Cada vez que
se complete un ejercicio se rellenará una bolita del marcador, indicando así el
progreso y la cantidad de interacciones restantes de cada actividad. Este indicador de progreso supone
una ayuda visual estable, y, por lo tanto, predecible para el alumno con TEA.
El
periódico abc.es 2013-10-12
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